Para casi todos los niños del mundo es difícil que los elijan delegado, pero para Cal todavía lo es más. Es bajito, enclenque y a veces (solo a veces) tartamudea un poco. Además, sus compañeros se burlan constantemente de su padre, y el propio Cal también lo haría, si no fuera porque es su padre. Así que no parece muy probable que llegue a ser delegado, que es justamente lo que necesita Cal. Y no porque no se muera de ganas de ser delegado, de eso nada, sino por un motivo mucho más importante: salvar a su perro, Tofu.
Historias ágiles, llenas de humor y con aventuras fuera de serie.
Los protagonistas son preadolescentes que viven en un entorno difícil (crisis social, padres con dificultades, profesores despiadados…), pero luchan por mejorarlo.
Hay un equilibro entre las dificultades y un tono emotivo y tierno. El humor es el elemento de cohesión de cada historia.