Carlos Llano fue, desde muy pequeño, aprobando los estudios sin grandes alardes. Era más bien vago y el fútbol y la música era lo que realmente le satisfacía. Siempre cuenta que cuando iba a entrenar a fútbol llegaba tarde a propósito para evitar salir a correr con el resto, él quería jugar con el balón y su estado físico nunca fue importante.
La mala suerte hizo que se rompiera el ligamento cruzado anterior y el menisco jugando un torneo de f...